Apacentando un pastor su
ganado,
gritó desde la cima de un collado:
«¡Favor!, que viene el lobo, labradores»
gritó desde la cima de un collado:
«¡Favor!, que viene el lobo, labradores»
Éstos, abandonando sus
labores,
acuden prontamente,
y hallan que es una chanza solamente.
acuden prontamente,
y hallan que es una chanza solamente.
Vuelve a clamar, y temen la
desgracia;
segunda vez los burla. ¡Linda gracia!
segunda vez los burla. ¡Linda gracia!
Pero ¿qué sucedió la vez
tercera?
Que vino en realidad la hambrienta fiera.
Entonces el pastor se desgañita,
y por más que patea, llora y grita,
no se mueve la gente escarmentada,
y el lobo le devora la manada.
¡Cuántas veces resulta de un engaño,
contra el engañador el mayor daño!
Que vino en realidad la hambrienta fiera.
Entonces el pastor se desgañita,
y por más que patea, llora y grita,
no se mueve la gente escarmentada,
y el lobo le devora la manada.
¡Cuántas veces resulta de un engaño,
contra el engañador el mayor daño!
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