Moisés
apacentaba los rebaños de Jetró.
Siempre
les buscaba pasto tierno para que los corderillos pudieran comer buen pasto,
pero luego guiaba a los carneros a otro sitio, donde pudieran comer el pasto
más duro.
Fue
entonces cuando el Creador de todo, decidió:
-Este
Moisés, que si sabe como apacentar al rebaño, debe ser el pastor de mi propio
rebaño.
* * *
Un
día una ovejita huyó y Moisés la encontró que tomaba agua en un charco y le
dijo mientras se acercaba:
-Veo
que huiste porque tenías mucha sed, ahora debes de estar muy cansada-
Y
la tomo en sus hombros y el Creador le dijo a Moisés: -Ya que te compadeciste
de una oveja, ahora te hago pastor de mi rebaño, pastor de Israel-
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