Yo conocí un Jumento
que murió muy contento
por creer, y no iba fuera de camino,
que así cesaba su fatal destino.
que murió muy contento
por creer, y no iba fuera de camino,
que así cesaba su fatal destino.
Pero la adversa suerte
aun después de su muerte
le persiguió: dispuso que al difunto
le arrancasen el cuero luego al punto.
aun después de su muerte
le persiguió: dispuso que al difunto
le arrancasen el cuero luego al punto.
Para hacer tamboriles,
y que en los regocijos pastoriles
bailasen las zagalas en el prado,
al son de su pellejo baqueteado.
y que en los regocijos pastoriles
bailasen las zagalas en el prado,
al son de su pellejo baqueteado.
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