En la población de Todos Santos en Baja California Sur, vivió un hombre muy rico que se llamaba Torcuato, pero era muy enojón, neurasténico y EGOÍSTA.
Un día que iba caminando por la calle se encontró con una mujer muy conocida por toda la población, la apodaban LA CACHANA y le preguntó: -A ver CACHANA, todo mundo te conoce porque eres muy sabia, dime: ¿Como puedo curarme de mi EGOÍSMO?
La CACHANA lo llevó frente a un espejo y le preguntó: -Torcuato, dime ¿Que vea ahí?-
Él le dijo: -Me estoy viendo a mí mismo- entonces la mujer lo llevó frente a una ventana y le preguntó:
-A ver Torcuato, ¿Ahora que ves ahí?-
Y Torcuato le contestó: -Veo la calle y a mucha gente feliz-
Entonces con una mirada brillante, la CACHANA le dijo: -De ahora en adelante ya no pierdas tu tiempo frente al espejo, pensando en tí mismo y en tu EGOÍSMO; mira por la ventana, fíjate en los demás y volveras a ser feliz.
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