Dos ratones buscaban comida.
Uno de ellos era pesimista y el otro optimista.
Atraídos por el olor a
queso, los ratones lograron entrar a una lechería.
Debido a un salto mal
calculado, los dos ratones cayeron en un gran bote lleno de leche.
¿Cómo salir de aquel mar
blanco?
Las paredes eran tan lisas
que no había manera de trepar pues se resbalaban. Además el bote era muy
profundo.
El ratón pesimista se desalentó,
se hundió y se ahogó.
En cambio el ratón optimista
observó una cosa muy importante, comenzó a agitarse y a revolcarse como loco y
pronto vio que la leche empezaba a cuajarse.
Con una gran decisión se
agito más y más, hasta que toda la leche, se convirtió en crema, luego en
mantequilla y finalmente en queso.
Comió un poco de queso, pero
luego puso sus patitas sobre el mismo y saltó fuera del bote.
El ratón optimista, estaba a
salvo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario