Los niños
que vivían en la casa de la esquina se asustaban siempre que Toby ladraba
porque pensaban que andaban fantasmas en la calle.
Una noche
Juanito y Antonio decidieron salir a ver porque ladraba tanto y se quedaron
observándolo durante 30 minutos.
Al notar
que no había nadie y que solo ladraba mirando hacia el cielo se dieron cuenta
que lo hacia por que le agradaban las estrellas del cielo.
Desde ese
momento no tuvieron más susto.
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