Aunque la gente se aturda,
Diré, sin citar la fecha,
Lo que la Mano Derecha
Le dijo un día a la Zurda.
Diré, sin citar la fecha,
Lo que la Mano Derecha
Le dijo un día a la Zurda.
Y por si alguno creyó
Que no hay Derecha con labia,
Diré también lo que sabía
La Zurda le contestó.
Que no hay Derecha con labia,
Diré también lo que sabía
La Zurda le contestó.
Es, pues, el caso que un día,
Viéndose la Mano Diestra
En todo lista y maestra,
A la Izquierda reprendía.
Viéndose la Mano Diestra
En todo lista y maestra,
A la Izquierda reprendía.
— «Veo, exclamó con ahínco,
Que nunca vales dos bledos,
Pues teniendo cinco dedos,
Siempre eres torpe en los cinco.
Que nunca vales dos bledos,
Pues teniendo cinco dedos,
Siempre eres torpe en los cinco.
Nunca puedo conseguir
Verte coser ni bordar:
¡Tú una aguja manejar!
Lo mismito que escribir.
Verte coser ni bordar:
¡Tú una aguja manejar!
Lo mismito que escribir.
Eres lerda, y no me gruñas,
Pues no puedes, aunque quieras,
Ni aun manejar las tijeras
Pues no puedes, aunque quieras,
Ni aun manejar las tijeras
Para cortarme las uñas.
Yo en tanto las corto a tí,
Y tú en ello te complaces,
Pues todo lo que no haces
Carga siempre sobre mí.
Y tú en ello te complaces,
Pues todo lo que no haces
Carga siempre sobre mí.
¿Dirás me por Belcebú
En qué demonios consista
El que, siendo yo tan lista,
Seas torpe siempre tú?»
En qué demonios consista
El que, siendo yo tan lista,
Seas torpe siempre tú?»
— «Mi aptitud, dijo la Izquierda,
Siempre a la luya ha igualado;
Pero a tí te han educado,
Y á mí me han criado lerda.
Siempre a la luya ha igualado;
Pero a tí te han educado,
Y á mí me han criado lerda.
¿De qué me sirve tener
Aptitud para mi oficio,
Si no tengo el ejercicio
Que la hace desenvolver?»
Aptitud para mi oficio,
Si no tengo el ejercicio
Que la hace desenvolver?»
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