En un jardín crecía un
hermoso cedro, rodeado de muchos otros árboles.
Año tras año se levantaba
más hacia el cielo.
Un día al ver su propio
tamaño y hermosura, se lleno de orgullo, y desde su altura gritó:
“¡Quiten ese nogal, que me
estorba!”
Y quitaron el nogal.
“¡Arranquen esa higuera que
me aburre!”
Y arrancaron la higuera.
“¡Derriben esos manzanos que
me quitan la luz!”
Y también los manzanos fueron
derribados.
Así, uno tras otro, todos
los árboles que rodeaban al cedro desaparecieron, y el cedro quedó solo, dueño
absoluto del jardín, el cual ya no era jardín.
Un huracán sorprendió al
cedro privado de todos los árboles defensores.
Lo azotó, lo sacudió, lo
arrancóa de su raíz, y lo dejó tirado en el suelo.
1 comentario:
esta fábula es de Leonardo Da Vinci
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