Un perrito faldero con su dueña jugaba,
con su lengua y hocico las manos le besaba,
ladrando y con la cola, a su modo halagaba,
demostrándole en todo con cuánto la amaba.
con su lengua y hocico las manos le besaba,
ladrando y con la cola, a su modo halagaba,
demostrándole en todo con cuánto la amaba.
Ante ella y sus amigos en pies se tenía;
todos, con él, gozaban de solaz y alegría,
cada uno le daba de aquello que comía;
el asno lo observaba un día y otro día.
todos, con él, gozaban de solaz y alegría,
cada uno le daba de aquello que comía;
el asno lo observaba un día y otro día.
El asno, poco seso, meditó y paró mientes;
masculló el burro necio así, entre dientes;
"Lo mismo a mi señora que todas esas gentes
con más provecho sirvo que perros complacientes.
masculló el burro necio así, entre dientes;
"Lo mismo a mi señora que todas esas gentes
con más provecho sirvo que perros complacientes.
Yo sobre mi espinazo les traigo mucha leña,
acarreo la harina que comen, de la aceña:
en dos pies me pondré, jugaré con la dueña
como el perro a quien tiene en su falda, halagüeña".
acarreo la harina que comen, de la aceña:
en dos pies me pondré, jugaré con la dueña
como el perro a quien tiene en su falda, halagüeña".
Rebuznando bien alto del establo salía,
como garañón loco tal el necio venía;
retozando y haciendo mucha majadería
se fue para la sala donde al ama hallaría.
como garañón loco tal el necio venía;
retozando y haciendo mucha majadería
se fue para la sala donde al ama hallaría.
Puso sobre los hombros de la dama sus brazos,
ella dio grandes voces, vinieron los collazos;
diéronle muchos golpes con piedras y con mazos,
hasta que en él los palos hiciéronse pedazos.
ella dio grandes voces, vinieron los collazos;
diéronle muchos golpes con piedras y con mazos,
hasta que en él los palos hiciéronse pedazos.
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