Pescando con la caña la linda Ana Bertha, saca una
anguila, y huye, creyéndola Culebra.
Florinda, al lado suyo, una serpiente pesca,
creyéndola anguila, muere, picada de ella.
A mirar bien las cosas la Fábula enseña, a fin de
no engañarnos con falsas apariencias.
En tanto, entre dos yerros,
o en duda grave, extrema, más vale huir de anguilas que acariciar culebras.
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