A Don Juan, Don Diego hirió,
Y aunque arrepentido luego
Curó al Don Juan, el Don Diego.
La cicatriz le quedó:
Y aunque arrepentido luego
Curó al Don Juan, el Don Diego.
La cicatriz le quedó:
De esto a inferir vengo yo
Que nadie, si es cuerdo y sabio,
Debe herir ni aun con el labio,
Pues aunque curarse pueda,
Siempre al ultraje le queda
Que nadie, si es cuerdo y sabio,
Debe herir ni aun con el labio,
Pues aunque curarse pueda,
Siempre al ultraje le queda
La cicatriz del agravio.
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