Un paje sirvió en la comida a su señor
una grulla. Esta grulla no tenía sino una pierna, porque la otra se la había
comido el paje.
El señor dijo: —¿Cómo no tiene esta
grulla más que una pierna?
Respondió el paje: —Señor, las grullas
no tienen sino una pierna.
El amo dijo: —Pues, mañana yo llevaré a
Vd. de caza, y verá Vd. que tienen dos, y entonces me lo pagará.
Al otro día fueron de caza y toparon
con unas grullas que estaban todas sobre un pie.
Entonces dijo el paje a su
amo: —¡Mire Vd.! como no tienen más de un pie.
Refrenó el amo su caballo, diciendo:—¡Ox,
ox! y entonces las grullas sacaron la otra pierna y empezaron a volar.
El
amo dijo al paje:—¿Ve Vd. como tienen dos? y el paje contestó:—Si Vd. oxea a la
grulla del plato, ¿Ella también sacará la otra pata?
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