El maestro de valores, terminó de dar su clase donde les habló a los Chicos y Chicas del tema: “EL AMOR ENTRE LOS NOVIOS DE SU EDAD” se despidió de ellos y salió del salón.
Ricardo el joven que estaba por terminar la secundaria, corrió por el pasillo alocadamente para alcanzar su Maestro, tenía que comunicarle algo importante. Algo que nunca antes le había acontecido en su joven vida y se hallaba muy feliz por dicho suceso. Llegó por fin ante el Maestro y le dijo lleno de júbilo, pero con el respeto debido al profesor que en cada clase trataba de que los chicos y chicas que tenían alrededor de los quince años, entendieran cual era su rol de vida.
-Maestro, estoy enamorado-
-Me alegro Ricardo- dijo serenamente el Maestro. –Dime, y como sabes que estas enamorado-
-Mi corazón salta de júbilo, mi razón anda loca, no hago mas que pensar en ella, en su presencia se me olvidan las palabras- Dijo con una sonrisa el alumno.
-Bien, bien, pero aparte de esos signos superficiales, ¿porqué sabes que estas enamorado?- Le volvió a preguntar el maestro.
-¿Qué quiere decir Maestro?- repuso Ricardo intrigado.
-Supongo que estarás de acuerdo conmigo, que todo lo que me has narrado, y hubieras seguido narrándome tan agitadamente, si no te llego a interrumpir, son hechos superficiales, algo accesorio; de hecho no todos los enamorados los tienen, por lo que no son lo esencial para saber si estas enamorado. Sabrás que la esencia de algo es lo que hace que una cosa sea exactamente lo que es, y no sea otra cosa. Por tanto debes decirme que posees la esencia del amor, y eso es lo que haces que estés enamorado. Y ahora, quitando los signos externos, lo superfluo y lo accesorio respóndeme de nuevo, ¿porqué sabes que estas enamorado?- Le insistió el profesor.
-No lo sé Maestro- dijo apenado Ricardo.
-Retírate a reflexionar y vuelve cuando sepas la respuesta- le indicó el maestro.
El muchacho se retiró a su casa como le indico su Maestro y después de pensarlo mucho esa tarde y tras larga reflexión, al día siguiente volvió a presentarse al Maestro.
-Maestro, sé que estoy enamorado- le repitió vehementemente Ricardo.
-Excelente, dime pues ¿porqué sabes que estas enamorado?- Le volvió a preguntar el maestro de valores.
-No sé exactamente por que, simplemente lo sé. Eso es lo que siento- Le insistió el chico.
-Muy bien Ricardo, bien has aprendido que el amor es un estado del alma, tal vez el más puro y perfecto, y que como cualquier otro sentimiento se tiene o no, no solamente por sus manifestaciones externas. Pero desgraciadamente no siempre sabemos cuando lo poseemos. Me alegró que tú lo sepas, y como estoy feliz por ti te haré un regalo muy especial- Le dijo con una sonrisa el maestro.
Entonces sacó de su maleta una cajita azul con una raras inscripciones en su parte superior y se lo entrego al discípulo.
-Toma, en el interior de esta caja esta resumido todo, por lo que te aman. Cuando alguien lo usa, puede saber con la suficiente práctica por que le aman todos los demás. Pero ten cuidado, también sirve para ver porque te odian y puedes descubrir cosas de ti que lo mejor no te gustan. Si aprender a usarlo inteligentemente, te puede ayudar mucho a lo largo de tu vida-
El joven lo abrió y contemplo con asombro su imagen reflejada en un espejo que se encontraba en el fondo de la caja. Vio sus ojos, y empezó a entender que lo de Él, todavía no era Amor, sino apenas comenzaba el enamoramiento.
Ricardo el joven que estaba por terminar la secundaria, corrió por el pasillo alocadamente para alcanzar su Maestro, tenía que comunicarle algo importante. Algo que nunca antes le había acontecido en su joven vida y se hallaba muy feliz por dicho suceso. Llegó por fin ante el Maestro y le dijo lleno de júbilo, pero con el respeto debido al profesor que en cada clase trataba de que los chicos y chicas que tenían alrededor de los quince años, entendieran cual era su rol de vida.
-Maestro, estoy enamorado-
-Me alegro Ricardo- dijo serenamente el Maestro. –Dime, y como sabes que estas enamorado-
-Mi corazón salta de júbilo, mi razón anda loca, no hago mas que pensar en ella, en su presencia se me olvidan las palabras- Dijo con una sonrisa el alumno.
-Bien, bien, pero aparte de esos signos superficiales, ¿porqué sabes que estas enamorado?- Le volvió a preguntar el maestro.
-¿Qué quiere decir Maestro?- repuso Ricardo intrigado.
-Supongo que estarás de acuerdo conmigo, que todo lo que me has narrado, y hubieras seguido narrándome tan agitadamente, si no te llego a interrumpir, son hechos superficiales, algo accesorio; de hecho no todos los enamorados los tienen, por lo que no son lo esencial para saber si estas enamorado. Sabrás que la esencia de algo es lo que hace que una cosa sea exactamente lo que es, y no sea otra cosa. Por tanto debes decirme que posees la esencia del amor, y eso es lo que haces que estés enamorado. Y ahora, quitando los signos externos, lo superfluo y lo accesorio respóndeme de nuevo, ¿porqué sabes que estas enamorado?- Le insistió el profesor.
-No lo sé Maestro- dijo apenado Ricardo.
-Retírate a reflexionar y vuelve cuando sepas la respuesta- le indicó el maestro.
El muchacho se retiró a su casa como le indico su Maestro y después de pensarlo mucho esa tarde y tras larga reflexión, al día siguiente volvió a presentarse al Maestro.
-Maestro, sé que estoy enamorado- le repitió vehementemente Ricardo.
-Excelente, dime pues ¿porqué sabes que estas enamorado?- Le volvió a preguntar el maestro de valores.
-No sé exactamente por que, simplemente lo sé. Eso es lo que siento- Le insistió el chico.
-Muy bien Ricardo, bien has aprendido que el amor es un estado del alma, tal vez el más puro y perfecto, y que como cualquier otro sentimiento se tiene o no, no solamente por sus manifestaciones externas. Pero desgraciadamente no siempre sabemos cuando lo poseemos. Me alegró que tú lo sepas, y como estoy feliz por ti te haré un regalo muy especial- Le dijo con una sonrisa el maestro.
Entonces sacó de su maleta una cajita azul con una raras inscripciones en su parte superior y se lo entrego al discípulo.
-Toma, en el interior de esta caja esta resumido todo, por lo que te aman. Cuando alguien lo usa, puede saber con la suficiente práctica por que le aman todos los demás. Pero ten cuidado, también sirve para ver porque te odian y puedes descubrir cosas de ti que lo mejor no te gustan. Si aprender a usarlo inteligentemente, te puede ayudar mucho a lo largo de tu vida-
El joven lo abrió y contemplo con asombro su imagen reflejada en un espejo que se encontraba en el fondo de la caja. Vio sus ojos, y empezó a entender que lo de Él, todavía no era Amor, sino apenas comenzaba el enamoramiento.
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