Una vez entré a un pequeño restaurante a cenar, que queda en el centro de la ciudad. De inmediato me di cuenta que el local, era de tercera categoría. Por pena no me salí y pedí unas Quesadillas.
-¡Yo se las voy a servir Maestro!- Dijo una chica que salía de la cocina.
Me trajo unas quesadillas y como no había más clientes se sentó a platicar.
De repente me dijo: -Ya ve, Maestro, de nada me sirvieron sus pláticas de ORIENTACIÓN VOCACIONAL que me dio en el colegio cuando cursaba la preparatoria-
-¿Aquí trabajas?-
-Si soy la nueva cocinera-
-¿Y terminaste tu carrera?-
-No, me fui con mi novio, ese chavo que le daba mucha lata en el salón, lo recuerda? Hoy tenemos un niña de tres años y vivimos en Chametla, mi novio es albañil y yo tengo que trabajar porque no nos alcanza su chivo para sostener a la niña. Profe, tenía ganas de irlo a ver a su casa para platicar y preguntarle: ¿Dónde esta mi VOCACIÓN y la FELICIDAD?-
-¿Te gusta la cocina?-
-Tengo que trabajar en algo- Contestó Pita.
-¿Por qué no estudias alta cocina?-
-Con lo que sé, es más que suficiente para este restaurante rascuache-
-Pita... te pedí una orden de Quesadillas... y mira lo que me serviste: Tres tortillas de harina con una rebanada de queso amarillo dentro... ¡Y nada más!-
-¡Hubiera pedido un Bistec!-
-Lo que quiero decirte es que me serviste las puras tortillas dobladas, así nomás... No adornaste el plato con arroz, frijoles, una ensalada de lechuga y tomate o por lo menos una salsa casera. Así nunca vas a ser una buena cocinera, Y creo que con éstas, tus atenciones... ¡No me vas a volver a ver por aquí!-
No le di propina para que entendiera, pero regresaré para ver si comprendió mi mensaje.
AHORA VOY CONTIGO lector de esta pequeña historia. ¿Le estas sacando provecho? Si sientes que estás perdiendo el tiempo al leer esto, como lo perdió esa alumna de preparatoria durante sus clases, suspende tu lectura por favor y olvídate que existo. ¡No cabalgues en mis ilusiones!
Pero si quieres escuchar un pequeño consejo para llegar a ser rico, puedes continuar leyendo.
Recuerdo que les explique a mis alumnos, compañeros de Pita, que la vocación es la inspiración que Dios le da al hombre, para hacer con su vida todo lo que quiera en la actividad escogida. Para llegar a realizarse y ser feliz con lo escogido.
En lo personal, mi padre quería que yo fuera Arquitecto y yo quería ser Piloto aviador. Creo que llegar a ser un buen Arquitecto puede ser fabuloso, pero por mi Vocación, llegar a ser Piloto aviador fue lo máximo.
La Vocación, es como ir a una tienda departamental a comprar una camisa. La miras, te gusta el color, el estampado, el corte, la tela y la compras muy ilusionado. Cuando llegas a tu casa, abres la bolsa que tiene tu camisa y de repente ya no te gustó y regresas al centro a devolverla. Al llegar a la tienda departamental ves un letrero que dice: “SALIDA LA MERCANCÍA, NO SE ADMITE DEVOLUCIÓN” Así es tu vocación.
Entonces escoge bien tu vocación y no te dejes llevar por un aparente vistoso estampado. Si te estremeces de alegría, cuando ves a niños y escuchas la palabra enseñanza puedes llegar a ser una buena maestra.
¿Quieres escoger tu vocación? ¡Pídele a Dios que te ilumine para que escojas el trabajo o la profesión que más te guste y que más te convenga. Y confía en Él.
-¡Yo se las voy a servir Maestro!- Dijo una chica que salía de la cocina.
Me trajo unas quesadillas y como no había más clientes se sentó a platicar.
De repente me dijo: -Ya ve, Maestro, de nada me sirvieron sus pláticas de ORIENTACIÓN VOCACIONAL que me dio en el colegio cuando cursaba la preparatoria-
-¿Aquí trabajas?-
-Si soy la nueva cocinera-
-¿Y terminaste tu carrera?-
-No, me fui con mi novio, ese chavo que le daba mucha lata en el salón, lo recuerda? Hoy tenemos un niña de tres años y vivimos en Chametla, mi novio es albañil y yo tengo que trabajar porque no nos alcanza su chivo para sostener a la niña. Profe, tenía ganas de irlo a ver a su casa para platicar y preguntarle: ¿Dónde esta mi VOCACIÓN y la FELICIDAD?-
-¿Te gusta la cocina?-
-Tengo que trabajar en algo- Contestó Pita.
-¿Por qué no estudias alta cocina?-
-Con lo que sé, es más que suficiente para este restaurante rascuache-
-Pita... te pedí una orden de Quesadillas... y mira lo que me serviste: Tres tortillas de harina con una rebanada de queso amarillo dentro... ¡Y nada más!-
-¡Hubiera pedido un Bistec!-
-Lo que quiero decirte es que me serviste las puras tortillas dobladas, así nomás... No adornaste el plato con arroz, frijoles, una ensalada de lechuga y tomate o por lo menos una salsa casera. Así nunca vas a ser una buena cocinera, Y creo que con éstas, tus atenciones... ¡No me vas a volver a ver por aquí!-
No le di propina para que entendiera, pero regresaré para ver si comprendió mi mensaje.
AHORA VOY CONTIGO lector de esta pequeña historia. ¿Le estas sacando provecho? Si sientes que estás perdiendo el tiempo al leer esto, como lo perdió esa alumna de preparatoria durante sus clases, suspende tu lectura por favor y olvídate que existo. ¡No cabalgues en mis ilusiones!
Pero si quieres escuchar un pequeño consejo para llegar a ser rico, puedes continuar leyendo.
Recuerdo que les explique a mis alumnos, compañeros de Pita, que la vocación es la inspiración que Dios le da al hombre, para hacer con su vida todo lo que quiera en la actividad escogida. Para llegar a realizarse y ser feliz con lo escogido.
En lo personal, mi padre quería que yo fuera Arquitecto y yo quería ser Piloto aviador. Creo que llegar a ser un buen Arquitecto puede ser fabuloso, pero por mi Vocación, llegar a ser Piloto aviador fue lo máximo.
La Vocación, es como ir a una tienda departamental a comprar una camisa. La miras, te gusta el color, el estampado, el corte, la tela y la compras muy ilusionado. Cuando llegas a tu casa, abres la bolsa que tiene tu camisa y de repente ya no te gustó y regresas al centro a devolverla. Al llegar a la tienda departamental ves un letrero que dice: “SALIDA LA MERCANCÍA, NO SE ADMITE DEVOLUCIÓN” Así es tu vocación.
Entonces escoge bien tu vocación y no te dejes llevar por un aparente vistoso estampado. Si te estremeces de alegría, cuando ves a niños y escuchas la palabra enseñanza puedes llegar a ser una buena maestra.
¿Quieres escoger tu vocación? ¡Pídele a Dios que te ilumine para que escojas el trabajo o la profesión que más te guste y que más te convenga. Y confía en Él.
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