lunes, 24 de marzo de 2014

EL ROBLE Y EL BÚHO



Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.

Todo era alegría en el jardín excepto por un árbol profundamente triste.

El pobre tenía un problema: "No sabía quién era".

Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. "¿Ves qué fácil es?".

No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y "¿Ves qué bellas somos?".

Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.

Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol exclamó: "No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: no dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas... Sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior".

Y dicho esto, el búho desapareció.

¿Mi voz interior...? ¿Ser yo mismo...? ¿Conocerme...?

Se preguntaba el árbol desesperado, cuándo de pronto, comprendió...
Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole:

"Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje...

Tienes una misión: cúmplela. Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado.

Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.

Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

Yo me pregunto al ver a mí alrededor, ¿Cuántos serán robles que no se permiten a sí mismos crecer? ¿Cuántos serán rosales que por miedo al reto, sólo dan espinas? ¿Cuántos naranjos que no saben florecer?

En la vida, todos tenemos un destino que cumplir, un espacio que llenar...

"No permitamos que nada ni nadie nos impida conocer y compartir la maravillosa esencia de nuestro ser."

martes, 18 de marzo de 2014

LO QUE SE HACE SOLO



Perico Del Monte, un gran astrónomo , recibió un día la visita de un amigo de él, que no creía en Dios.

Durante unos minutos, Perico dejó a su amigo solo en la habitación. En un rincón había una hermosa maqueta con las constelaciones, el ateo estuvo mirándola asombrado.

Al volver el astrónomo, su amigo le preguntó:

-¿Quien hizo esta maravilla?-

Perico le contesto: -No sé; creo que se hizo sola-

Su amigo, molesto le dijo:

-¿Quieres burlarte de mí?-

-No; sólo quiero decirte, que es mucho más imposible que se haya hecho solo el universo, del cual esta maqueta, solamente es una pequeñisima copia-

jueves, 13 de marzo de 2014

EL SER MÁS FUERTE DEL MUNDO



Paseaba cierto día un nigromante indio por la orilla del Ganges, cuando acertó a volar sobre su cabeza un búho que llevaba un ratoncito en su corvo y agudo pico.

Asustada el ave, soltó la presa, y el nigromante, que era hombre de delicados sentimientos, tomó el magullado ratoncito, y después de curarlo lo transformó en una encantadora joven.

-Ahora, amiga mía, se trata de buscaros un esposo. ¿A quién le placería dar vuestra mano? Sabed que yo soy un gran mago y poseo el don de ejecutar los mayores portentos y satisfacer todos vuestros deseos-

Mirábale la hija adoptiva contenta, y sus ojos brillaban de alegría.

-Pues bien: me gustaría ser la esposa del ser más poderoso del universo- le respondió.

-Nada hay en el mundo más grande y excelso que el sol- le replicó el encantador. -Así, pues, os casaré con él-

Y el mago suplicó al sol aceptase la mano de su protegida.

Yo no soy el ser más poderoso, respondió el sol. Mirad si no cómo basta una nube para cubrirme y velar mi luz. Ella es más fuerte y su poder sobrepuja al mío-

Acudió el hechicero a la nube y le ofreció la mano de la joven.

—Hay una cosa más fuerte que yo— le respondió la nube. El viento me arrastra donde le place.

Pero luego vio el mago que la montaña era más poderosa que el viento, pues elevándose altiva entre las nubes detenía los más fieros vendavales.

—Alguien es más fuerte que yo, dijo la montaña. Mira aquel ratoncillo que me horada y vive en mi seno contra mi voluntad. Mi poder, que divide las tormentas, no basta para infundir respeto a esa bestezuela.

Quedó el mago entristecido por el fracaso de sus tentativas, pensando que su protegida no consentiría descender a ser la esposa de un ratón. No obstante acababa de aprender que el ratón era el ser más poderoso del mundo. La convirtió, pues, de nuevo en una ratita y la casó con el ratón de la montaña, que la hizo feliz, viviendo ambos dichosos largos años.

Por mucho que alteremos nuestra, apariencia, en el fondo siempre seremos los mismos.

miércoles, 12 de marzo de 2014

MARY Y LA GATITA QUE LLEGÓ DE LA LUNA



Mary, es una niña normal, bueno casi, además de ser muy linda le encantan los perros, los perros y los lobos que son primos de  los perros, pero con peor reputación.

Mary siempre quiso un perro, y se encargo de que su Mama lo supiera, toooodooos los días, la mama siempre decía que el departamento donde vivían era muy pequeño. Un pequeño departamento en una hermosa calle, de una ciudad ruidosa, donde lo mejor era la vista de la montaña.

Así es, no había espacio para un perro, en el departamento vivían Mary, su Mama, su Papa, y sus hermanos, la mayoría del tiempo el ruido no solo venia de la calle, dentro del departamento había y mucho. Sus hermanos gritaban y se peleaban, los papas también. Cuando eso pasaba Mary se refugiaba en el balcón, así que pasaba mucho tiempo en el balcón.

Una noche ya tarde, a eso de la media noche, Mary vio desde el mismo balcón a su Papa salir del edificio con un par de maletas, subir a su auto, y acelerar, no entendió muy bien lo que pasaba, pero sintió tristeza. La noche era estrellada, la luna gigante, y estaba redondita, muy llena, se veía tan cerca, que ella pensaba que con solo ponerse de pie y estirarse un poco la podría tocar, en ese minuto algo se movió a su lado, he hiso un sonido así como “miiiiiaaauu” era un gato, no una gatita, de un color tan difícil de describir que solo perdería el tiempo, la gatita se acerco a ella y comenzó a darle un abrazo enrollado.

Con la compañía de la gatita, Mary sintió menos pena, pese a ver a su mama llorar, pero no pudo explicarse de donde había venido tan linda gatita, bueno en el fondo, ella sabe que la luna está poblada de gatos cariñosos, y que como la luna estaba tan cerca esa noche, la gatita pudo de un solo salto pasar a su balcón, y darle mucho amor.

martes, 11 de marzo de 2014

EL ARPA MÁGICA



Un rey adoraba tanto la música que buscó por todo el mundo el mejor instrumento que hubiera, hasta que un mago le entregó un arpa.

La llevó a palacio, pero cuando tocó el músico real, estaba desafinada; muchos otros músicos probaron y coincidieron en que no servía para nada y había sido un engaño, así que se deshicieron del arpa tirándolo a la basura.

Una niña muy pobre encontró el arpa, y aunque no sabía tocar, decidió intentarlo. Tocaba y tocaba durante todo el día, durante meses y años, siempre desafinando, pero haciéndolo mejor cada vez.

Hasta que un día, de repente, el arpa comenzó a entonar las melodías más maravillosas, pues era un arpa mágica que sólo estaba dispuesta a tocar para quien de verdad pusiera interés y esfuerzo. El rey llegó a escuchar la música, y mandó llamar a la niña; cuando vio el arpa, se llenó de alegría, y en aquel momento nombró a la niña como su músico particular, llenando de riquezas a ella y a su familia.

viernes, 7 de marzo de 2014

LA BRUJA QUE QUERÍA VOLAR



Hubo una vez una bruja que quería volar pero ni siquiera tenía escoba. Visitó al gran brujo para preguntarle qué debía hacer para conseguir alcanzar su sueño…

-Debes ir en busca de alguien joven, soñador, valiente, vivaz, con ganas de compartir y disfrutar junto a los demás. Por cada duda que albergue conseguirás, aquella noche, robarle un hilacho de su fuerza y así, poco a poco, podrás ir reuniendo hebras para tu escoba-

La bruja así lo hizo pero al poco regresó decepcionada.

-Hice lo que me dijiste…pero la escoba casi no alcanza a despegar del suelo- le dijo enojada al gran brujo.

-La persona que escogiste era demasiado joven…mejor busca entre los adolescentes…alguno habrá con miles de dudas…con el corazón debatiéndose por un nuevo amor o con el corazón partido, aturdido ante decisiones difíciles de su paso de niño a adulto o decisiones obligadas y demasiado apresuradas que necesitarían más calma y tiempo porque deciden su futuro, alguien con demasiadas ilusiones no compartidas, con un espejo que le muestre una imagen diferente a la que quiere o demasiado adulto entre tanto niño de su misma edad aún por crecer…con demasiados buenos amigos que no le entienden o ni siquiera le escuchan…Y aunque no lo creas, de esos, de esos encontrarás muchos…-

La bruja marchó caminando, dudosa de la posibilidad de lograr con éxito tan difícil tarea. Vagó por las calles de día, entre los jóvenes, disfrazada de pobre vieja… pero el sol lucía demasiado hermoso y todos los adolescentes, aún estando llenos de dudas, mostraban su cara más juvenil y alegre.

Pasaron los días hasta que recordó que el brujo le habló de la noche… y así descubrió que era justo de noche, en medio de la oscuridad cuando la falta de luz les volvía ciegos. Allí dentro de sus casas, encerrados en sus habitaciones, sucumbían a sus temores y cuando les llegaba el sueño…las dudas se sucedían unas tras otras…y amontonadas se convertían en una montaña imposible de escalar.

Ese era el momento, cuando la fortaleza de la luz del sol dejaba de alentar la fuerza interior, cuando la fe en sí mismos les abandonaba dejándoles a la merced de la oscuridad de la noche…ese era el momento en el que ella debía actuar…

La bruja se apresuró a arrebatar a uno y a otro pequeños hilachos de juventud, de fuerza interior abandonada en medio de la oscuridad…aprovechando la vulnerabilidad de la duda, la flaqueza de la fuerza interior, la falta de fe… Hilachos tras hilacho cada noche la escoba iba cobrando forma, pero aún así, con la primera luz del sol de la siguiente mañana, la escoba se deshilachaba…

La bruja se preguntaba por qué. Una noche, decidió no arrebatar ningún hilacho…y en lugar de eso se sentó al lado del joven que parecía más aturdido para así entender qué era lo que lograba romper el hechizo. Pero el joven no hablaba, estaba callado, sólo escuchaba…escuchaba las palabras de un hombre.

Y a pesar de todo su aturdimiento, a la mañana siguiente, el joven, mirándose frente al espejo sonreía con la fuerza interior del que se mira en el espejo recién levantado y a quien el descanso del sueño le ayuda a recordar la necesidad de creer en si mismo, a pesar de los pesares, sabiendo cuál es el camino para hacer lo que está bien…recordando la necesidad de creer en sí mismo, de mantener la fe, de levantar la cabeza y mostrarle al mundo que aún tiene orgullo.

Salir a la calle e ir a por lo que quiere, sin permitir que se crucen en su camino, sabiendo que logrará ser un campeón sólo si logra mantener la fe, porque no sólo hay que decirlo si no que hay que creer en ello, darse una nueva oportunidad y esperar un poco, porque sólo es cuestión de tiempo para ver como la confianza llega y vence.

Cuando el joven marchó, la bruja se quedó allí, estupefacta, quieta, delante del espejo, con cara sorprendida ante la inmensa sabiduría de aquellos pensamientos. Y recordó entonces todas las palabras de aquella noche…Se miró, se miró en el espejo y miró lo que estaba haciendo en esos momentos.

Encontró un pequeño momento para analizarse a si misma, para ver el modo en que vivía cada día, para poner su vida en orden…para reencontrarse consigo misma…

Y gritó, gritó con todas sus fuerzas….para que la fe se metiera en su interior, tal como aquel hombre por la noche le había dicho cantando al joven, para que la fe y el amor se metieran en su interior a través del corazón…porque no necesitaba robar hilachos de fuerza interior a ningún joven para conseguir su sueño, ella misma podía flotar en el cielo, en lo más alto, cualquier camino que tomara le permitiría hacerlo, con sólo intentarlo…pero debía creer, creer y tener fe…

La bruja cogió unas tijeras y cortó parte de su larga melena para que sus propios cabellos hicieran de hebras de lo que había de ser su escoba. Desde entonces, por las noches, algunos dicen ver a una bruja volar, subida a una escoba medio deshilachada, como su propia melena, cruzando por delante de la luna…

Es ella, es la bruja que se acerca a la luna y a la estrella que más brilla en el cielo, para pedirles, por favor, que no dejen de iluminar el camino en medio de la oscuridad de la noche, porque los jóvenes necesitan que su luz continúe alentando su fuerza interior, alimentando su fe, para que éstas no se desvanezcan fundidas en el negro de la noche y así logren mantener su confianza hasta que lleguen otra vez los primeros rayos de luz que les trae el alba.

jueves, 6 de marzo de 2014

SUSANA, RAYO LASER



Susana era una niña lista y tímida. Pero como no veía muy bien, llevaba gafas desde que podía recordar; y también desde que podía recordarlo, algunos de sus compañeros de clase se metían con ella y se burlaban de sus gafas de grandes cristales; y había sido el insoportable Luis el que empezó a llamarla Cuatro Ojos, y como era un chico muy popular en la clase, todo el mundo terminó conociéndola por Susana Cuatro Ojos. Ella hacía como que no le importaba, pero realmente no le gustaba nada.

Cierto día hicieron una excursión con el colegio para visitar unas cuevas muy famosas. Todos caminaban en fila india, cuando Luis resbaló y metió el pie en un agujero. En su caída sólo pudo agarrarse a Susana, que caminaba a su lado, y ambos resbalaron durante un buen rato hasta que fueron a parar a una gran caverna. Estaba muy oscuro, y sólo se veía un rayito de luz procedente del techo de la caverna, muchos metros por encima, y algunas raíces y troncos que habrían caído por aquella apertura. Llamaron a voces y gritos, pero nadie acudió. Agazapados y muertos de frío, pasaron una noche oscurísima dentro de la cueva.

A la mañana siguiente, seguían sin haberles encontrado, y sólo el pequeño rayo de luz les dejó ver algo.

Luis aprovechó para gritar con más fuerza y tratar de buscar alguna salida, pero no consiguió nada en horas, y empezó a sentir miedo. Debía ser mediodía, porque entonces Susana vio que el rayo entraba recto, directamente hasta el suelo. Rápidamente fue hacia él tomando uno de los troncos, y haciendo una lupa con sus gafas, convirtió aquel rayito en una pequeña llama que encendió la antorcha. Luis, sorprendidísimo y emocionado, tomó algunos troncos y juntos comenzaron a explorar la cueva. Tardaron algún tiempo y quemaron unos cuantos troncos, pero finalmente encontraron una salida. Entre abrazos y gritos de alegría, Luis le dio mil gracias a Susana. Él sabía que no le gustaba nada que le llamara "Cuatro Ojos", y ahora se arrepentía de haberla llamado así, sobre todo después de que gracias a aquellas gafas hubieran podido salir de allí...

Así que cuando por fin vieron a todos los que les buscaban, incluida la policía, y los periodistas les abordaron con preguntas, Luis se adelantó y dijo:

-¡Qué suerte he tenido! ¡No podía tener mejor compañera de aventuras que Susana Rayo Láser!-

Así comenzó a contar la historia, y desde aquel día, no hubo ningún otro "cuatro ojos" en aquel colegio. Eso sí, no preguntes por los "Rayo Láser", porque hay unos cuantos.

miércoles, 5 de marzo de 2014

MUCHAS VECES, DIOS SE CONVIERTE EN MARIPOSA



El tren Transiberiano devora la distancia con una velocidad de ciento cincuenta kilómetros por hora.

Es durante una noche muy oscura y sin luna que el tren viaja desde Moscú hasta Vladivostok. Todos los pasajeros duermen tranquilos y despreocupados. Solo el maquinista vela y escudriña con sus ojos la oscuridad.

*   *   *
De pronto le parece ver algo, así como un pequeño fantasma que está frente de la locomotora, la figura se agita desesperadamente como si le dijera al tren: "Alto, alto, alto" un escalofrío sacude al maquinista. El pequeño fantasma desaparace y el tren prosigue con su marcha.

*   *   *
A los pocos minutos el pequeño fantasma vuelve a aprecer frente al tren. El maquinista agarra nerviosamente la palanca de frenos pero no la actúa, pues el pequeño fantasma vuelve a desaparecer y el tren continúa con su marcha. Los pasajeros duermen.

*   *   *
Unos instantes después el pequeño fantasma aparece de nuevo frente al tren. El mauinista se decide y jala la palanca de frenos. Se escucha un fuerte silbido y el tren se detiene abruptamente. Los pasajeros se despiertan sobresaltados. Muchas bajan de los vagones, preguntándose lo que sucedió.

Unos metros adelante de la locomotora vieron con un gran susto que el puente que sostenia los rieles se había desplomado y caído al río.

*   *   *
El maquinista llega al frente de la locomotora, pensando en el fantasma y cuando voltea para ver el faro que da la luz que ilumina la vía, miró salir volando una pequeña mariposa que se debatía para separarse del gran foco, y  con un gran suspiro, el maquinista pensó en la mariposa y en Dios.

martes, 4 de marzo de 2014

TODO POR UNA APUESTA



Don Felipe y doña Felipa eran los esposos más dichosos del mundo. Aquella noche regresaron a la casa después de la fiesta y venían tan alegres que olvidaron cerrar la puerta de la calle.

Ya acostados se preguntaron mutuamente:

-¿Cerraste la puerta?

-Yo no-

-Yo tampoco-

Ninguno de los dos quiso bajar a cerrarla. Después de discutir amistosamente media hora después, ellos apostaron lo siguiente:

-El primero que hable, deberá bajar a cerra la puerta- y los dos se volvieron mudos; se dan mutuamente la espalda y trataron de dormir. Pero dormir es imposible.

*   *   *
Y así transcurrieron las horas. Entonces los vecinos se extrañaron de ver la puerta de la casa de don Felipe que estaba abierta. Ellos se preguntaron:

-¿Que le habrá pasado a don Felipe o a doña FElipa? ¿Estarán enfermos? ¿Entraron los ladrones?- y comenzaron a llamar:

-Don Felipe, doña Felipa, ¿Que les pasa?...-

ninguno de los dos quiere perder la apuesta y guardan silencio. Los vecinos llaman más fuerte y llegan más curiosos. Por la ventana se asoma uno de los vecinos y dice:

-Ahí los veo a los dos, están acostados en su cama-

Otros, abren la puerta y se dirigen a la recámara se acercan a la cama y uno de ellos les dice:

-Don Felipe, doña Felipa, ¿Estan ustedes bien?- los dos esposos siguen mudos como estatuas.

-¿Estarán muertos?-

-No, porque respiran- 

-Llamemos pronto al doctor y al señor cura-

*   *   *
Llegaron a toda prisa los dos. El señor cura trae los santos oleos. El doctor le toma el pulso a don Felipe, luego le toca la frente a doña Felipa y le comenta al cura:

-El puldo está bien; la respiración es buena y la temperatura esta normal; no comprndo-

El cura dice: -Y sin embargo no hablan doctor, no contestan, no oyen, algo les debe de suceder-

-Claro- concluye el médico -Algo les sucedió, voy a tener que inyectarlos- saca de su maletín un jeringa y dice: -Comenzré por don Felipe- Nada más que don Felipe le tiene pánico a las inyecciones, por lo mismo se le olvida la apuesta, abre los ojos y le dice al doctor:

-Doctor, comience usted con mi esposa- doña Felipe abre los ojos y en medio del asombro de los presentes y con tono de triunfo le grita a su marido:

-Felipe, has perdido la apuesta, baja a cerra la puerta-


domingo, 2 de marzo de 2014

LA FLOJERA DEL BURRO



Aquel día el ranchero estaba realmente abusando del pobre burro: Lo había cargado con cuatro enormes costales llenos de sal.

El animal se tambaleaba bajos la carga y con los latigazos que le propinaba el ranchero.

De pronto hubo que cruzar un río sin puente.

En la mitad de la corriente, el burro resbala y se cae. La mayor parte de la sal se derritió. Cuando el ranchero logra que el burro se levante, este siente la carga mucho más ligera y puede caminar de prisa. Entonces el burro piensa:

"Ya descubrí la manera de no cansarme tanto, me mantendré metido en el agua todo el tiempo que pueda.

*   *   *

Unos días después el ranchero lleva al burro por el mismo camino. Esta vez cargaron al burro con cuatro costales llenos de esponjas, por lo tanto la carga es muy liviana.

Cuando llegaron al río y lo tuvieron que cruzar, el burro pensó: También esta vez vo a aligerar mi carga, trataré de resbalarme para caer y así permanecer un buen rato para que la carga se aligere.

Y se dejo care a la mitad del río. El ranchero lo trata de levantar dándole de latigazos. Pero ahora las esponjas se han llenado de agua y la carga ha aumentado mucho su peso y el animal no se pudo levantar.

Por no querer trabajar, el burro murió ahogado a mitad del río.