lunes, 3 de agosto de 2015

UN LEÓN AGRADECIDO



Hace mucho tiempo, cuando aun existía la esclavitud, un pobre esclavo intento recuperar su libertad huyendo de la casa de su dueño. Pero fue apresado y condenado a muerte.

Lo llevaron a un anfiteatro donde se celebraban juegos, luchas contra leones y gladiadores y lo obligaron a pelear con león muy famoso por su ferocidad.

El león se lanzó furioso contra el condenado, más de pronto se detuvo, comenzó a mover la cola y a dar saltos de alegría en torno al esclavo, a quien lamía las manos de vez en cuando.

Todo el público se quedó quieto en silencio. Le preguntaron al esclavo acerca de lo que ocurría, y el simplemente contestó:

-“Cuando huí de la casa de mi amo, llegué al desierto y me escondí en una cueva. Más apenas había entrado, cuando llegó también este león, lanzando lastimeros gemidos y me presentó la pata donde traía clavada una gruesa espina. Se la quité y el animal no tardo en curar. A partir de aquel momento el animal me proveyó de alimento y vivimos juntos en la cueva, más en la última expedición hecha por mi amo fuimos apresados, y ahora este animal se alegra de haberme encontrado”-

El esclavo fue puesto en libertad y desde aquel día el león no se separó de él, lo acompaña a todas partes, dócil como un perrito, sin hacerle mal a nadie.

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