viernes, 4 de abril de 2014

DIOS ES JUSTO



Una rica dama romana fue a visitar a uno de los apóstoles y le dijo:

-El Dios de ustedes actúa sin fijarse, como a ciegas y por capricho; por ejemplo, recoge a personas que no deberían vivir. El Dios de ustedes es injusto-

El apóstol no le contestó nada.

La invitó a tomar asiento y le puso delante de ella un canasto de higos frescos para que comiera algunos.

La dama aceptó y se comió unos cuantos higos, escogiendo de los mejores.

Entonces el apóstol  terminó diciéndole:

-Usted señora, sabe muy bien escoger; ¿Cómo puede usted creer que Dios, tres veces santo, no sabe escoger sus cosas?-

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