jueves, 10 de abril de 2014

LOS CRISTIANOS



Los cristianos no se diferencian de los demás seres humanos, ni por su país, ni por su idioma, ni por sus costumbres.

Viven como los demás, en ciudades muy civilizadas o menos civilizadas.

Aun siguiendo las costumbres de cada lugar, se proponen tener costumbres maravillosas e increíbles.

Cada cristiano vive en su patria, pero como forastero.

Toman parte en todas las actividades políticas, pero como huéspedes que van de paso.

Para los cristianos toda tierra extranjera es patria, al tiempo que su propia tierra es para ellos tierra extranjera.

*   *   *

Los cristianos, al igual que los demás hombres, se casan y procrean hijos; pero no los matan.

Comen todos juntos; pero no duermen todos juntos.

Utilizan y aprecian su propio cuerpo, pero no consienten los instintos de su cuerpo.

Transcurren su vida en el planeta tierra; pero su verdadero mundo es el cielo.

Cumplen con las leyes humanas, pero tienen además una ley superior a las leyes humanas.

Quieren a todos, aunque todos los persigan.

Aun perdiendo la vida por su fe, los cristianos poseen la vida.

Aun siendo pobres, enriquecen a todos.

Aun siendo privados de todas las cosas, todo lo tienen hasta sobrarles.

Son despreciados, pero precisamente en el desprecio encuentran su grandeza.

Aun siendo objeto de odio, los cristianos bendicen.

Los judíos y los paganos, les hacen la guerra a los cristianos; no se sabe por qué.

*   *   *

En una palabra, los cristianos son para el mundo lo que el alma es para el cuerpo.

El alma vive en cada parte del cuerpo, pero no viene del cuerpo, viene de arriba.

El alma vive encerrada en el cuerpo; pero su destino es el cielo.

El cuerpo le hace la guerra al alma, a pesar de que el alma quiere al cuerpo.

Aun viviendo en un cuerpo que muere, el alma no muere.

Por tanto, lo que el alma es para el cuerpo, eso mismo son los cristianos para el mundo.

No hay comentarios: